Foto: Agricultores, estudiantes, docentes e investigadores invitados participantes del I Encuentro de Investigación Acción Participativa en Huaraz.
Los pasados 28 y 29 de mayo fueron días claves para SAMA, el proyecto de enfoque de Investigación Acción Participativa [IAP] que Eclosio desarrolla en Ancash junto a sus copartes Diaconía y Slow Food. Desde sus inicios hace casi 3 años, el proyecto trabajó con el compromiso fuerte de conectar las voces de 415 agricultores y agricultoras a las aulas universitarias y a centros de investigación centrados en agricultura y sus diferentes dimensiones. Así, en alianza con la Universidad Nacional Santiago Antúnez de Mayolo, el proyecto SAMA realizó el I Encuentro de Investigación Acción Participativa “Construyendo saberes juntos desde el campo y la universidad”.
Principales actores y participantes
La relación entre la universidad y SAMA se oficializó a través de la firma de un convenio marco en junio del 2022. Como parte de esta colaboración, el proyecto encontró apoyo en el Centro De Investigación Ambiental Para El Desarrollo, principalmente a través de la profesora Yenica Pachac Huerta, quien coordina el grupo de Investigación RAINWAR (Research for Agricultural and Water Resources). Asimismo, fue clave la participación de la Dirección del Departamento Académico de Ingeniería Agronómica, liderada por el Dr. Juan Roque Gonzáles, cuyo compromiso hizo posible la participación de docentes y estudiantes en el evento. También fue clave el apoyo de la vicerrectora de investigación, Dra. Consuelo Valencia Vera, para la aprobación de la resolución que dio el reconocimiento institucional al evento, que tuvo una validez de 16 horas académicas.
El encuentro tuvo por objetivo compartir los aprendizajes de las experiencias de la IAP, sus hallazgos, sus resultados y cómo estos se han integrado en las vidas de los participantes y comunidades, desde las perspectivas de las y los agricultores y estudiantes, y a reflexionar sobre la importancia de este enfoque en un contexto como el de los andes.
Participaron como ponentes o presentadores en la feria representantes del Instituto para la Agroecología de la Universidad de Vermont, el Centro Internacional de la Papa, el Instituto de Investigación Nutricional, la Universidad de Colorado, el Grupo Yanapai, el Instituto de Montaña, YPARD y la revista LEISA. Todas las antes mencionadas son organizaciones que junto a Eclosio, forman parte de la Comunidad de Práctica del programa de Colaboración global para sistemas alimentarios resilientes de la Fundación McKnight. De igual manera, participaron la Asociación Andina Cusichaca, que ha sido parte del proyecto CROPP[1], la Dirección Académica de Responsabilidad Social (DARS) de la Pontificia Universidad Católica del Perú y la Oficina de Responsabilidad Universitaria de la Universidad César Vallejo.
Acción y reflexión
El encuentro se dio inicio con una salida de campo para conocer las experiencias de las y los agricultores del Comité de Usuarios de Riego de Ortiz Cocha, liderado por su presidente, el señor Francisco Melgarejo en el centro poblado de La Trinidad en el distrito de La Merced, Aija. El recorrido se dividió en estaciones que permitieron a las y los participantes reconocer los puntos de monitoreo del caudal del agua y las acciones de siembra de agua desarrolladas por los miembros del comité. En la primera estación, se presentaron los resultados de la recuperación de un canal amunero, que son canales prehispánicos que permiten la infiltración del agua en las partes altas de las cuencas, y cómo éste ha contribuido al aumento en el caudal de agua en diferentes periodos. La segunda estación fue en uno de los puntos de monitoreo hidrológico, donde se mostró cómo las y los agricultores investigadores del comité realizan el seguimiento mensual de las fluctuaciones del caudal a lo largo del año desde junio del 2023.
Foto: Participantes en la visita de campo en el bofedal de Yutay en La Merced, Aija, Ancash.
Por la tarde, se realizó una visita al bofedal de Yutay, donde las y los agricultores de la comunidad de Santa Cruz construyeron un cerco para su protección. Este bofedal fue monitoreado por estudiantes y agricultores a través de registros fotográficos de cómo cambiaba la cobertura vegetal.
Las visitas y el recorrido resultaron en un proceso de reflexión entre agricultores, estudiantes, docentes e investigadores, sobre cómo las organizaciones (i. e., comité de usuarios de riego y comunidad campesina) tomaron decisiones colectivas para implementar acciones de siembra de agua y cómo estos procesos sociales implicaron el fortalecimiento de su organización y estructura. De igual manera, resaltó la importancia del liderazgo de las juntas directivas y las capacidades de negociación comunitaria.
Reflexiones sobre la IAP
Sel segundo día de encuentro se realizó una jornada de sesiones centrales y algunas de forma simultáneas. La primera parte de la jornada fue liderada por la y el representante del Instituto de Agroecología de la Universidad de Vermont, Amaya Carrasco y Carlos Andrés Gallegos, quienes hicieron una introducción sobre la definición y transversalidad de la IAP. De igual forma, presentaron las reflexiones de su trabajo en el proyecto Caliata en Ecuador.
Para la segunda parte, el público se dividió en dos grupos y se realizaron dos sesiones de casos aplicados basados en el enfoque IAP en Ayacucho, presentado por Katherine Meza de la Universidad de Colorado – Grupo Yanapai, y otro en Quito (Ecuador), presentado por Israel Navarrete del Centro Internacional de la Papa. Luego, agricultores investigadores y estudiantes el proyecto SAMA y de la UNASAM Sus metodologías y lecciones aprendidas desde sus experiencias motivaron reflexiones desde el público sobre las relaciones entre agricultores y personas de la academia (e. g., investigadores) que se suscitan en proyectos de este enfoque. destaca la importancia de identificar y abordar las dinámicas de poder presentes en los procesos de investigación colaborativa.
Foto: Israel Navarrete, investigador del CIP, facilitando una sesión durante el evento.
De estos diálogos, resalta el “conflicto” entre agricultores y científicos como una barrera para la respuesta efectiva a problemas reales, por lo que se habla de la complementariedad de los conocimientos y perspectivas en las que pueden contribuir ambos grupos, destacando la importancia de un enfoque colaborativo y de aprendizaje mutuo. Esto es, tener una amplia apertura y deseo de crecimiento colectivo, lo que sugiere la importancia de establecer relaciones de confianza y respeto entre los diferentes actores involucrados. En ese sentido, las experiencias de investigaciones entre agricultores y estudiantes han llevado a nutrir las soluciones a través de un trabajo interdisciplinario, con acciones adicionales para superar las barreras de poder en las comunidades. Asimismo, se resaltó la importancia de abordar cuestiones como quiénes toman las decisiones, si las voces de mujeres y jóvenes son escuchadas, quién maneja los recursos y qué otras formas de poder no se visibilizan en los procesos de investigación.
Su importancia para las comunidades
Finalmente, el público regresó al auditorio principal para reflexionar a partir de preguntas sobre percepciones, nuevos aprendizajes, beneficios y retos sobre el enfoque IAP que fueron respondidas por las y los participantes. Al respecto, las respuestas evidenciaron cambios en la percepción y práctica de la IAP, desde discursos más reducidos a una “recopilación de costumbres o prácticas cotidianas”, con alcance limitado, a definiciones más amplias que incluyen acciones colaborativas, participativas e inclusivas. Destacó, asimismo, la transición de un modelo de investigación unidireccional donde las decisiones y soluciones eran impuestas por los investigadores y equipos de proyectos, hacia un enfoque donde la toma de decisiones sobre la dirección y los resultados recae sobre todos los actores involucrados, incluyendo a las mujeres y a los agricultores.
Foto: Síntesis y reflexiones finales del evento.
De igual forma, se demostró un progreso en los procesos de investigación, incorporándose aspectos como el diálogo de saberes y el intercambio de experiencias, lo que implicaría una mejora en la calidad y efectividad de las intervenciones, de acuerdo a las opiniones de las y los participantes. No obstante, persisten desafíos como la sostenibilidad a largo plazo, los periodos largos, las lecturas de indicadores y la limitación en los resultados obtenidos, así como la aún persistente falta de interés mutuo entre las partes involucradas para desarrollar acciones conjuntas. Sobre esto último, la posición impositiva de actores de las universidades sobre las comunidades ha causado altos niveles de desconfianza sobre los resultados de las investigaciones, sobre todo porque frecuentemente estudiantes e investigadores iban a las comunidades para la recolección de información sin una retroalimentación o socialización de resultados posteriormente. Adicionalmente, las formas rígidas de investigación y los tediosos procedimientos burocráticos de las universidades han hecho menos posible la implementación de enfoques más participativos.
Para las y los agricultores, es indiscutible la importancia de la IAP para la revalorización de su trabajo y de los saberes que han heredados desde hace siglos atrás. Así también lo es para el desarrollo de innovaciones en agricultura, acceso a mercados y alimentación. Por consecuencia, estos procesos no solo favorecen la calidad de vida de las y los agricultores, sino que también fortalecen la comunidad como un tejido social, y van más allá de lo económico porque refuerzan los proyectos de vida, mejoran la autoestima de la comunidad, y contribuyen a la salud de los de su entorno.
Como bloque final, se realizó una feria de experiencias donde diversas instituciones, estudiantes y agricultores presentaron sus proyectos y acciones relacionadas a la IAP.
Foto: Participantes en la feria de experiencias del encuentro.
Para concluir, las presentaciones y discusiones generadas por las y los participantes instó a las autoridades universitarias a ampliar sus enfoques para fortalecer sus fines de investigar y de servir a las comunidades. Igualmente, se propuso desarrollar acciones colaborativas con instituciones especializadas aliadas que estuvieron presentes en el encuentro. El evento se cerró con gran entusiasmo, esperando que este paso motive cambios en la forma de ver la investigación desde las comunidades y las universidades.
[1] Proyecto liderado por la Universidad de Reading, y con quien Eclosio viene colaborando desde 2017.