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Quién soy
Hola, me llamo Louise. Estudio antropología social y cultural en la KU Leuven. Como becaria de la ONG Eclosio pasé unos 2 meses, desde mediados de septiembre hasta mediados de noviembre, en la Bolivia rural, en el departamento de La Paz, donde trabajé en un proyecto de agroecología con pequeños productores de cacao. Más concretamente, realicé una investigación sobre los aspectos sociales, centrándome en la vida cotidiana de los cacaoleteros.
¡Ready, Set & Go!
Desde hace diez años sueño con viajar a América Latina. Esta es una de las razones por las que empecé a aprender español a los dieciocho años. Para mis estudios de antropología me pidieron que realizara una investigación etnográfica durante unas 6 semanas en verano. Fue entonces cuando me dije: «¡Ya está! Me voy a América Latina». Mi tesis se centra en la agroecología y la ecología, y pretende estudiar qué significan estos conceptos a nivel global y local y cómo se interrelacionan. Con este propósito, empecé a enviar correos electrónicos a organizaciones que trabajan en estos temas en América Latina. No voy a mentir. La mayoría de mis consultas fueron negativas. Pero, de forma bastante inesperada, Eclosio me envió un correo electrónico con una propuesta para uno de sus proyectos en Bolivia. Cuando me preguntaron si me interesaba esta oferta, por supuesto mi respuesta fue «¡Sí, me interesa!».
Desde hace diez años, mi sueño es viajar a América Latina. Para mis estudios de antropología me pidieron que realizara una investigación etnográfica durante unas 6 semanas en verano. Fue entonces cuando me dije: «¡Ya está! Me voy a América Latina».
Cuando la tierra choca
Es fácil imaginárselo. No todo es brillo y oro. Pasar tiempo en un lugar donde no hay certeza de electricidad, donde la gente a veces todavía vive en casas de madera sin agua corriente, realmente te afecta. Experimentas chocs culturales tanto cuando estás allí durante las prácticas como cuando vuelves a casa. Es el tipo de experiencia que te cambia. Profundamente.
Recuerdo especialmente el día que pasé con una pareja mayor, Isabel y Gabriël. Para hacernos una idea: su casa era de madera, no había agua corriente, ni electricidad, ni gas para cocinar. Preparar la comida era una tarea difícil, ya que sólo era posible con un fuego de leña.
Sentí que mi privilegio de blanca se derramaba por todas partes. Yo, con mi bonita camiseta y mi elegante smartphone. Al final del día, sin embargo, tuve una conversación con mi madre de acogida. Me explicó que a esta familia le iba bastante bien, con un terreno de cacao de primera que les permitía tener una producción considerable con dinero más que suficiente para cuidar de sí mismos. No eran pobres. El principal problema era que tenían nueve hijos, lo que, por supuesto, aumentaba considerablemente sus costes de vida.
Espero que este ejemplo demuestre que los chocs culturales existen de verdad. Le ocurrirán a usted. Sin embargo, debo insistir en que no los repases demasiado deprisa. Al contrario, deberías hacer preguntas, intentar comprender lo que significa realmente la pobreza para la gente con la que trabajas o vives. Eso cambiará tu punto de vista. No puedo cambiar mi «blancura» y todo lo que conlleva. Pero puedo asegurarme de no juzgar a nadie injustamente. Salir de mi propio marco es esencial en ese proceso.
Larga vida a las prácticas: muchas ventajas
Hacer prácticas tiene muchas ventajas. Seguro que aprendes a valerte por ti mismo y a afrontar situaciones estresantes. También puedes aprender o mejorar un idioma y desarrollar tus habilidades sociales… y tantas cosas más.
Me costó mucho dejar atrás mi nido seguro. Pero me permitió aprender mucho sobre mí misma en muy poco tiempo.
Obviamente aprendí todo lo anterior y muchas otras cosas. Pero lo que más agradezco es haber aprendido que, a pesar de estar al otro lado del mundo y sentirme a veces sola, tenía un sistema de apoyo. No podía ayudarme en todas las situaciones difíciles o estresantes, pero estaba ahí, apoyándome. Me había costado mucho dejar atrás mi nido seguro. Pero me permitió aprender mucho sobre mí misma en muy poco tiempo.
Algunos (buenos) consejos
«»Sepa en qué se está metiendo y sepa muy bien que no sabe lo más mínimo sobre en qué se está metiendo…».
Sinceramente, esto se aplica a todo. Cuando te vayas de prácticas a algún sitio, sea donde sea, intenta prepararte lo mejor que puedas. Infórmate sobre la historia del país, sus gentes, sus éxitos económicos, su sistema político, etc. Evita por todos los medios llegar a un lugar como un turista. No eres un turista. Eres un becario con ganas de aprender y contribuir. La parte de contribuir es mucho más fácil si conoces al menos lo básico sobre el país y la gente que te acoge.
No llegues a ningún sitio como un turista. No eres un turista. Eres un becario con ganas de aprender y contribuir. La parte de contribuir es mucho más fácil si conoces al menos lo básico sobre el país y la gente que te acoge.
Pero, por mucho que leas o te prepares, nunca serás un experto. Ellos lo son. Y tu trabajo es aprender de ellos. Nunca des por sentado que sabes más o mejor que ellos. Si les escuchas, a veces te sorprenderá lo que te enseñan. Y de cómo una misma situación puede interpretarse de maneras totalmente distintas. Aprenderás que realmente hay más de un mundo que ver ahí fuera.
Me fui huyendo un poco de mi casa. Pensé que tres meses lejos de mi familia y de mi entorno familiar serían un descanso bienvenido. Sé que no soy la única que se va por este motivo. Pero, como he dicho antes, se aprende mucho sobre uno mismo y sobre el mundo en muy poco tiempo. Los humanos somos seres sociales, necesitamos gente a nuestro alrededor que nos ayude a afrontar los cambios. Mi último consejo sería: asegúrate de que puedes apoyarte en tu sistema de apoyo cuando lo necesites. Por ejemplo, yo creé un grupo de Whatsapp llamado «Louise en Bolivia». Publicaba regularmente pequeños posts sobre cómo me iba. No se trataba de lo que les contaba. Se trataba de las respuestas que recibía. Hacerles partícipes de mi día, compartir un momento con la gente a la que quería de verdad era importante.
Louise V. estudiante en la KUL.